La primera hamburguesa fabricada íntegramente en un laboratorio ha
costado 250.000 euros, una inversión exagerada cuando el coste de
producción a la antigua usanza no supera los 20 euros. Sin embargo, esta
creación de un equipo de científicos de la Universidad de Maastricht ha
supuesto un auténtico hito para la ciencia al tratarse de la primera hamburguesa producida a partir de células madre. Este avance sienta las bases de un futuro mercado de "comida probeta".
La carne, que fue degustada en Londres por dos expertos culinarios, mantiene las mismas características biológicas que la producida por el animal de manera natural, aunque
con una importante reducción de la grasa presente en el músculo. Tiene,
por tanto, idéntica apariencia y textura, pero un sabor ligeramente
distinto. Los investigadores insisten en que no es perjudicial para la
salud y se puede consumir sin miedo, ya que procede del propio tejido de
la vaca.
Para crear esta hamburguesa, el equipo extrajo células madre del hombro de una vaca para cultivarlas en el laboratorio.
Estas células, conocidas como células satélite, se desarrollaron y
multiplicaron durante semanas. Pasado este tiempo, fueron trasladadas a
recipientes específicos en los que comenzaron a agruparse y a formar
pequeñas tiras de músculo que finalmente se amasaron hasta obtener la
forma del bistec.
Este podría ser el primer paso hacia la
producción en masa de comida in vitro respetuosa con el medio ambiente, y
que además podría contribuir a paliar contra el hambre en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario