El limón tiene muchas propiedades terapéuticas y además su consumo no tiene efectos secundarios. Además de aportar ácido cítrico, vitaminas B y C, potasio hierro y calcio... también actúa como purificador de la sangre.
- Sistema inmunológico: El limón lo refuerza y alivia los síntomas de las infecciones e impide su avance. Es ideal para gripes y catarros, en los que resulta muy útil mezclado con miel.
- Antiséptico: Sirve para desinfectar cortes, heridas… y es un remedio excelente para esas incómodas llagas en la boca.
- Enfermedades cardiovasculares: Su zumo es beneficioso para pacientes con dolencias del corazón, debido a su alto nivel de potasio.
- Problemas circulatorios: Relaja las arterias.
- Reumatismo: Su efecto sobre el organismo lo hace útil y beneficioso para el tratamiento de gota, ciática, lumbago y dolor en las articulaciones.
- Problemas digestivos: El limón estimula el flujo de la saliva y de los jugos gástricos, por lo que es un gran agente digestivo. Además, reduce los gases estomacales, ayuda a combatir el estreñimiento.
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